lunes, 15 de diciembre de 2014

Llevar zapatos de tacón conlleva riesgos

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“Para presumir hay que sufrir”. Este dicho popular es el que se aplican muchas mujeres de todas las edades cuando deciden comprar zapatos de tacón alto –prácticamente imposibles en algunos casos- que, aunque estéticamente pueden resultar muy atractivos, también ocasionan problemas en los pies y la espalda.

Así, tal vez el dicho debería cambiarse por una pregunta que cada uno puede responder en función de sus prioridades: ¿hasta qué punto se está dispuesto a sacrificar la salud por presumir?

Diversos estudios, así como la propia experiencia de muchas mujeres, han confirmado que el uso, tanto continuado como esporádico, de zapatos de tacón excesivamente alto conlleva, como mínimo, dolores en los pies que son completamente innecesarios.

Esto no significa que haya que eliminar los zapatos de tacón por completo del armario sino, simplemente, ser conscientes del tipo de zapato que puede lucirse sin por ello sacrificar la salud.

Ortopedistas y podólogos mencionan que un buen tacón debe ser ancho y tener, como máximo, 3 centímetros de altitud, aunque lo ideal es que esa medida se presente en forma de cuña, ya que se amplía completamente la superficie de apoyo y no se altera en ningún momento la forma natural de la pisada.

Los problemas a los que probablemente se tenga que hacer frente de no seguir estos consejos pueden ser relativamente leves, como callos o durezas plantares, hasta más graves como la aparición de dedos en garra, problemas articulares o deformaciones óseas, debido a que son las zonas de los dedos y el antepié las que soportan todo el peso corporal al llevar tacones.

Incluso, y dados los desequilibrios que se pueden llegar a dar en la biomecánica del pie, los problemas pueden extenderse a la espalda, que se verá afectada principalmente en la zona cervical y lumbar, lo que podría conllevar, además de dolor, molestias como mareos o contracturas musculares.

No obstante, y para todas aquellas mujeres que, pese a todo, no pueden evitar calzarse unos tacones de aguja de vez en cuando, algunas de las recomendaciones más eficaces para evitar rozaduras y dolores son emplear algún tipo de plantilla especialmente adaptada al pie o alguna almohadilla para evitar, no sólo que el pie se deslice hacia la parte delantera sino, también, conseguir una mejor amortiguación.

Igualmente, y tras su uso, conviene sumergir los pies en agua tibia e hidratarlos correctamente, además de realizar una visita al podólogo por si fuera necesario eliminar alguna dureza o evitar daños en los dedos.

Fuente: Guiaortopedia.com
 

jueves, 4 de diciembre de 2014

Manos dormidas.¿Por qué suceden?

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El adormecimiento de las manos es una dolencia muy común, muchas personas la sufren y pocos diferenciamos de dónde y por qué puede venirnos provocado.

Cuando hablamos de manos dormidas hacemos referencia a ese hormigueo, sensación de “pinchazos” o falta de fuerza en las manos,  y que a veces, se marcan en varios dedos o zonas concretas. En algunos casos el dolor puede ser insoportable y desesperante pero por lo general suele padecerse con mayor o menor intensidad según el momento del día o el trabajo/postura que se este realizando.

¿Pero.. por qué sucede esto? El origen puede ser variado y sus causas múltiples. Por normal general las manos dormidas suelen responder a un déficit circulatorio, una opresión arterial a la altura de la muñeca, codo u hombro, también puede venir derivado de un bloqueo en la primera costilla, y de la contractura de la musculatura rotadora del brazo.

También puede venir derivado de un bloqueo nervioso, este si es leve producirá los mismo síntomas, pero si hablamos de algo más crónico o de mayor grado de lesión puede llegar a dejarnos sin fuerza en las manos. En este caso de problemas nerviosos suele haber daños en las vértebras cervicales bajas (C6-C7) y Dorsales altas (D1 principalmente y D2) y cuando hablamos de daños hacemos referencia a bloqueos vertebrales que se solucionan fácilmente con osteopatía o bien principios de hernia o hernias discales.

Del mismo modo que hablamos de circulación y sistema nervioso no podemos olvidar la musculatura, pues escalenos y palmar mayor y menor de la mano están directamente relacionados en esta patología. Pueden responder contracturándose por cualquiera de las causas anteriormente citadas y también cada vez más usual por los malos hábitos posturales, como pasar demasiado tiempo en el ordenador, o pintores, costureras, carniceros… personas que por lo general su trabajo se basa en gestos repetitivos con las manos.

Como ejemplo a todo lo que hemos hablado, un síndrome del túnel carpiano provocará adormecimiento en los tres dedos centrales de la mano, índice, corazón y anular. Sin embargo si el adormecimiento se produce en meñique y anular, suele venir derivado de un pinzamiento del nervio cubital, que puede estar en el codo, hombro o vértebras C7-D1

Otras causas que pueden producir adormecimiento de las extremidades son:

- Déficit de vitaminas B, por lo que se recomienda el consumo de Avena, magnesio.

- Efectos secundarios de algunos medicamentos

- Retención de líquidos, sobrepeso.

Tratamiento


Lo primero a hacer si el problema persiste en el tiempo es acudir a su médico. Sólo el diagnóstico de este profesional puede aclarar las causas e indicar el mejor tratamiento a seguir. En cualquier caso, una visita al quiropráctico y/o osteópata le puede ayudar a desbloquear, si el caso lo requiere, las vértebras que puedan estar “pinzadas” provocando el hormigueo.

Fuente: Blog de Pies y Manos
 

martes, 2 de diciembre de 2014

¿Qué es la crioterapia?

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La crioterapia, es decir, el tratamiento a través de la aplicación de frío, es una técnica de fisioterapia aplicada de diferentes maneras y con varios efectos. El principal efecto de la aplicación de frío como terapia es la sedación de la zona, aunque también destacan otros efectos, como el antiinflamatorio o el circulatorio. Es una técnica que se utiliza mucho en el ámbito deportivo, tanto de forma preventiva (para aliviar después de una dura sesión de entrenamiento) como terapéutica (para tratar alguna lesión).

Forma de aplicación de la crioterapia


Como norma general, entre 10 y 30 minutos de aplicación en una zona localizada. Menos tiempo provocará poco (o ningún) efecto. Mayor tiempo de aplicación aumenta la probabilidad de que se produzca un “efecto rebote”, y el organismo nutra de sangre y caliente una zona del cuerpo que se ha enfriado demasiado.

Las aplicaciones se harán de forma discontínua. Es decir,que cada cierto tiempo retiraremos el frío de la zona, y lo volveremos a aplicar pasado unas horas. Por ejemplo, aplicamos unos 10-30 minutos, retiramos la aplicación y, si es necesario, volvemos a aplicar después de una hora u hora y media de descanso.

Nunca se aplica el frío directamente sobre la piel
. Utilizar una servilleta o paño que aisle la piel del contacto directo con el foco de frío. Esto es porque el frío prolongado produce quemaduras.

Efectos de la crioterapia


Hay muchos efectos descritos (a nivel metabólico, a nivel de los tejidos…), pero nos centraremos en aquellos más relacionados con el uso del frío para tratar lesiones comunes en el deporte.
  • Disminución del dolor: El frío tiene efecto analgésico. Produce sedación local, disminuyendo la sensibilidad y la percepción del dolor músculo-esquelético.
  • Vasoconstricción: El frío reduce el aporte sanguíneo a la zona. Esto es útil para tratar con inflamaciones provocadas por traumatismos, por ejemplo.
  • Disminución del espasmo muscular: El frío produce acción miorrelajante, pudiendo reducir la espasticidad, es decir, relaja al músculo que está demasiado tenso.
Por todo esto es útil para aliviar la sintomatología de contusiones, esguinces, “tirones” musculares, o para reducir las molestias después de actividad física intensa.

Técnicas de aplicación de la crioterapia

  • General: baños fríos. La persona se sumerge en agua helada. Utilizado por algunos deportistas.
  • Local: se aplica en una región del cuerpo. Puede ser usando bolsas de hielo, masaje con hielo, inmersión en baño frío local, sprays, etc.

Aplicación del frío

 
Las pautas para aplicar frío son: en patología muscular y articular durante las primeras 72 horas. Esto quiere decir en un golpe, esguince, rotura de fibras, traumatismo sin herida abierta, fractura u otra causa mayor que obligue a un tratamiento especial.

Pasadas las 72 horas, se puede seguir aplicando frío, aunque dependiendo de la lesión (si ya no hay inflamación, edema…) es posible que sea beneficioso la aplicación de calor local, que tiene efecto relajante sobre el músculo y es una sensación más agradable que el frío.

Si se sufre una caída, golpe, impacto… Se aplicará el frío inmediatamente. También se puede utilizar para aliviar después de un entrenamiento, aplicándolo en tobillos, rodillas, muslos o la región que se haya trabajado intensamente, dependiendo de la actividad física realizada.

Además de la clásica bolsa de hielo (o mejor, de verdura congelada, que es más moldeable para adaptarla a la región a enfriar) en farmacias y ortopedias venden cold-packs, rodilleras para congelar en la nevera y otra serie de utensilios que sirven para conseguir que el frío se aplique de manera uniforme sobre una superficie irregular, como puede ser un tobillo o una rodilla.

También existe el masaje con un cubito de hielo, para aplicar en zonas muy localizadas o en pequeñas articulaciones.

Percepción subjetiva de frío


No olvidemos que es fundamental tener siempre presente que el frío es una sensación que varía de una persona a otra, incluso en una misma persona puede variar de un momento a otro.

Hay que valorar siempre que el frío no se aplique de forma descontrolada, sin tener en cuenta cómo lo siente la persona a la que se le aplica. Si se aplica en exceso, puede tener efectos indeseados (quemadura, aumento del aporte sanguíneo local, con lo cual no se reducirá la inflamación). Si se aplica en defecto, no tendrá utilidad.

Y para terminar, decir que además de indicaciones, existen ciertas contraindicaciones para la aplicación de crioterapia, y que, en caso de duda, siempre es mejor consultar a un profesional sanitario que nos pueda indicar el mejor tratamiento para cada tipo de lesión.

Fuente: Vitonica.com

martes, 25 de noviembre de 2014

Los efectos del whatsapp en tu espalda

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Va en el bus, con su smartphone, leyendo esto. Mira a su alrededor. Toda la gente que le rodea hace lo mismo que usted. Dobla el espinazo para ver la pantallita y jugar al CandyCrush, leer las noticias o simplemente chatear con amigos y enemigos. Calcula ahora cuántas horas al día puede pasar en esa postura. ¿Cuál es el problema? Según un reciente estudio publicado por el cirujano Kenneth K. Hansraj, con una inclinación de 60 grados ejerces sobre tu cervicales una fuerza de 27 kilos. Una bomba de relojería con nombre de cuello de mensaje (podría traducirse como cuello de guasap). Una dolencia propia del siglo XXI.

“Empece a fijarme en la postura al ver a muchos jóvenes entrando en mi consulta con dolor de cuello y espalda”, explica en un correo electrónico el autor, jefe del medicina cervical en un hospital neoyorquino. Su estudio recoge los diversos grados de inclinación de cabeza y cuello, “con un peso medio de seis kilos y el centro de masa situado a 15 centímetros de lo alto de la cabeza”. Tras contratar a unos ingenieros que desarrollasen un software, se realizaron los cálculos en newtons y luego los convirtieron a medidas de peso, más comprensibles para el gran público.

Siempre hablando de adultos, las cifras van desde los 12 kilos a 15 grados de inclinación hasta los 27 kilos de los 60 grados, pasando por los 30 grados/18 kilos y los 45 grados/22 kilos. “La gente se pasa al día una media de entre dos y cuatro horas con la cabeza inclinada, leyendo y escribiendo en sus smartphones y dispositivos”, continúa en el correo. “Acumulado, esto es de 700 a 1.400 horas al año con estrés excesivo en las vertebras cervicales”. Advierte que “la pérdida de la curvatura natural incrementa el estrés en las cervicales y puede llevar a un desgaste prematuro, degeneración y posiblemente cirugías” y apunta que, en el caso de los adolescentes, esta cifra podría subir hasta las 5.000 horas.

Hansraj comenta que, dado que es imposible evitar las tecnologías que causan estos problemas, habría que hacer un esfuerzo activo por mirar al teléfono en una postura neutral y evitar pasar horas y horas encorvado. Otra posible medida sería practicar un ejercicio con el cuello. Sugiere empezar moviendo las vértebras, flexionando, extendiendo, ladeando e inclinando el cuello, para luego usar las manos para hacer resistencia y empujar contra ellas; o practicar la postura de yoga perro ascendente, una gran manera de fortalecer las extremidades superiores, cuello y hombros.

Aunque la denuncia de esta dolencia del siglo XXI no es nueva, Hasnraj ha conseguido hacer una buena comparativa, traduciendo a medidas de peso el estrés continuado. Ahora vuelve a mirar a alrededor en el vagón. Imagina a la gente que está doblando el espinazo con 27 kilos cargados al cuello, un niño de ocho años, un perro mediano. No parece saludable. Levanta el móvil y lo pone frente a sus ojos. Has dado el primer paso.

Fuente: Buena Vida, de El País

viernes, 21 de noviembre de 2014

¿Existe entrenamiento invisible?

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Después de un parón forzado, vuelvo con energias renovadas y con las mismas ganas de siempre de compartir en este espacio algo nuevo, o del conocimiento de muy pocas personas, que tenga que ver con el mundo de las terapias naturales y, por supuesto, con el cuidado del cuerpo y de la mente como un todo. Hoy hablamos de qué es el entrenamiento invisible ( y sí, dormir entra en el entreno!) y de cómo cada uno de nosotros podemos cambiar minimamente algunos hábitos y ganar mucho en salud y bienestar.

El entrenamiento invisible se basa en el principio de que podemos ejercitar el cuerpo sin enterarnos. De manera que las tareas cotidianas, las actividades de nuestro día a día, nos ayuden a estar más en forma y saludables. Marcos Flórez, entrenador personal, ofrece unos pasos sencillos para empezar con esta apacible disciplina.

Dormir. Un estudio de la Universidad de Michigan relaciona dormir una hora más con una pérdida de peso de hasta siete kilos al año. ¿Por qué? Según el informe, quien no descansa lo suficiente tiene mayor ansiedad (aumentan sus niveles de cortisol) e ingiere 70 calorías de más al día.

Pedalear. En los últimos meses muchos ayuntamientos se han sumado al reto de hacer que su población se mueva en bicicleta, para lo que han llenado sus calles de unidades en alquiler. ¿No es el caso? Invertir en una bicicleta es un gran negocio para la salud: pedalear quema 140 calorías cada 20 minutos.

Caminar. Los que utilizan el coche a diario, por ejemplo, pueden optar por aparcar lo más lejos que el tiempo lo permita y terminar el trayecto a pie: andar quema cinco calorías por minuto.

Combinar ascensor y escaleras. Subir escalones quema entre cinco y seis calorías por planta y además activa el sistema cardiovascular. Del aparcamiento a la planta baja, toca correr para subir el ritmo cardíaco. Un par de plantas en el ascensor de descanso y vuelta a las escaleras hasta llegar al destino. Cada vez que bajemos a la máquina de café, otra vez…

Parar. Si se hace un esfuerzo suficiente, además de las calorías fulminadas por el movimiento, conseguimos durante el reposo elevar el metabolismo de recuperación: las calorías que el cuerpo necesita para reponerse. Y este proceso puede alargarse hasta 16 horas.

Comer con frecuencia. Ingerir alimentos cada tres horas es fundamental. Cuando no lo hacemos, el organismo entra en modo ahorro, por lo que pueda pasar. Un par de piezas de fruta a media mañana y a media tarde son perfectas: bajas en calorías y sin grasas.

Hacer números. Siguiendo todos estos consejos, las cifras cuadran: tres minutos de caminata por aparcar una manzana antes de nuestro destino, seis de subir y bajar escaleras (unas siete plantas al día) y un paseo de seis minutos para ir a comer, suponen 110 calorías quemadas o siete kilos menos al año. ¿Es o no es un buen motivo para empezar a cambiar nuestros hábitos?

Fuente: Buena Vida, de El País

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Columna Vertebral: cifosis y lordosis

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La columna vertebral, como ya hemos mencionado aquí, es el eje central de nuestro cuerpo y esta compuesta por tres segmentos bien distinguidos, que podemos diferenciar por las curvas que se visualizan en la misma desde una vista lateral del cuerpo. Esos segmentos se denominan: cervical, dorsal y lumbar, y dividen a la columna en tres porciones distintas.

A nivel del cuello podemos observar una curva en forma de “C” donde se sitúa la columna cervical, mientras que a continuación podemos ver una curva con forma de “C invertida” que caracteriza a la columna dorsal o torácica y posteriormente se vuelve a ver una curva en forma de “C” que describe a la columna lumbar.

Estas porciones son consecutivas y forman parte de nuestra columna vertebral tal como las curvaturas que son naturales en la misma. Las curvas en forma de “C” se denominan lordosis, mientras que las curvas en forma de “C inversa o D” se denominan cifosis. Es decir, de forma natural nuestro cuerpo presenta estas curvaturas que son las que permiten lograr estabilidad al cuerpo y permanecer de pie en posición recta. Si alguna de estas las curvaturas se hace muy grande o muy pequeña, la postura se altera pudiendo generar daños y molestias a lo largo del tiempo, denominadas hiperlordosis o hipercifosis, respectivamente

Entre las curvaturas anormales que pueden surgir en la columna encontramos la cifosis de la columna dorsal que se visualiza como una joroba en la espalda, o la marcada lordosis de la columna lumbar. También puede surgir una escoliosis que consiste en una deformidad hacia los lados de la columna, por lo cual, la misma no se ve de atrás recta y con forma de “I” sino que puede formar una “S” o “C”.

Además de los huesos, la columna está compuesta también por nervios, músculos y ligamentos.

Las vértebras: son los huesos que se conectan unos con otros dando forma a la columna. En total, tenemos 33 vértebras, 7 en la columna cervical, 12 en la columna dorsal, 5 en la columna lumbar y 9 más que forman el sacro y el coxis al finalizar la columna (estas últimas están unidas, lo que lleva a muchos a pensar que se trata de un hueso apenas, pero pueden ser de 4 a 5 vertebras muy pequeñas y soldadas entre sí).
   
La médula espinal y nervios raquídeos: la médula espinal va por dentro de cada vértebra y se extiende desde el cráneo hacia abajo. De la médula se desprenden nervios raquídeos que conectan el cerebro con diferentes partes del cuerpo (tanto miembros como órganos internos, todos los estímulos llegan a través de los nervios).

Los músculos: son el soporte de la columna y se denominan espinales. Ellos permiten extender, rotar, inclinar y flexionar la columna vertebral.

Ligamentos: ayudan a mantener en posición la columna y conectan sus vértebras.

Como podemos ver, nuestra columna vertebral es realmente compleja y de sus componentes y formas depende nuestra salud. La columna soporta grandes exigencias a diario, por ello, lo primordial es conocer nuestra columna para poder así, identificar la presencia de anomalías o lesiones y actuar para tratar estos problemas.

Fuente: vitonica.com

lunes, 3 de noviembre de 2014

Medicación y sentido comun: no a los excesos

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Las medicinas, bien utilizadas, han supuesto un avance revolucionario en la curación de muchas enfermedades en el aumento de la calidad de vida de la población mundial. Sin embargo, no son la respuesta a todo, y hay que tomarlas con responsabilidad y conociendo sus potenciales efectos nocivos. Con el ánimo de informar y promover el uso saludable de medicamentos nace la campaña "Pastillas las justas".

La campaña, impulsada por Polimedicado, No Gracias y la Organización de Consumidores (OCU) busca informar a la población general sobre hábitos saludables y concienciar sobre cómo hay que tomar la medicación y qué hay que tener en cuenta al tomarlas, dando una lista de siete reglas para el consumo responsable de los medicamentos.

Las reglas básicas son:

. Conoce los medicamentos que tomas;
. Da oportunidad a las opciones no farmacológicas (como las terapias naturales, por ejemplo);
. Medicamentos los justos y necesarios;
. No hay medicamento “de por vida”;
. Los cambios, poco a poco;
. Toda medicación tiene un riesgo;
. Lo nuevo no siempre es bueno.

La idea es despertar curiosidad y sentido crítico a la hora de tomar medicamentos: conocer por qué los tomas, los efectos terapéuticos y posibles efectos secundarios, durante cuánto tiempo se debe tomar...

A veces pensamos que hay medicamentos que son "protectores", para "prevenir" o "son inofensivos", pero lo cierto es que todo debe estar medido y controlado, y cada medicamento tiene sus momentos en los que está indicado y en los que no.

Hay personas que ven en las pastillas la solución a dolores y malestar, cuando lo cierto es que son una ayuda, pero hay casos en los que la actitud, estilo de vida y otros factores tienen mucho más peso que la medicación.

Una vez que las pastillas han cumplido su función, hay que ir dejando de tomarlas, según nos haya indicado el médico que se debe hacer. Como en todo en la vida, tenemos de usar nuestro sentido común y no abusar, causando al cuerpo más daño colateral del necesario.

Pilates, Yoga, deportes de equipo o en solitario, bicicleta o patines, ejercicio en el gimnasio o al aire libre... Sin duda, pastillas las justas, y vida sana, toda la que sea necesario.

Fuente: Vitonica.com

miércoles, 29 de octubre de 2014

Masaje Californiano: el origen

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El Masaje Californiano, como el nombre ya deja entrever, fue desarrollado en California, en el Instituto Esalen (instituto de crecimiento personal y cuna de la terapia Gestalt). En los años sesenta los terapeutas de Esalen desarrollaron este masaje después de haber investigado innumeras técnicas y terapias de todo el mundo. En este masaje en concreto se mezclan movimientos que recuerdan al Tai-Chi, ya que siempre se trabaja desde el Hara, denominación dada al punto energético, según los orientales, situado debajo del ombligo.

En el Masaje Californiano, el terapeuta actúa con lo que se denomina tacto consciente (siempre partiendo del respeto al paciente y con el firme propósito de ayudarle a librarse de sus dolencias), a través de una serie de movimientos largos, fluidos y diversas técnicas de contacto profundo con estiramientos, elongaciones, presiones con pulgares, acompañados de hamacados armónicos (movimientos que llevan el inconciente de vuelta al vientre materno, al balanceo suave del bebé en la barriga de la madre, representa el femenino que hay en cada uno). Se distingue de otros masajes por la calidad del toque y el notable resultado después de una sesión. Es mediante el tacto como se consigue la sensación de integración del cuerpo y mente, favoreciendo la liberación de las tensiones físicas, mentales y emocionales. Quiero añadir que todas las terapias, desde mi punto de vista, son válidas y cada una nos puede aportar mejores resultados dependiendo siempre del objetivo a lograr. Ninguna es excluyente, todo es beneficioso cuanto se trata de lograr el bienestar general de un ser humano.

Una parte muy importante en este masaje es la respiración. El terapeuta va orientando al paciente en algunos momentos, en otros dejará al propio paciente que vaya interiorizando a su ritmo las sensaciones que le provoca el masaje.

Nuestro cuerpo es el continente de nuestra esencia y en él quedan las marcas de todas nuestras vivencias, el reflejo de nuestras emociones y cargas, tanto físicas como mentales. Son todas estas cargas y bloqueos los que se reflejan de forma negativa en nuestro cuerpo, los que impiden que nuestra energía fluya y se exprese en armonía. Con el Masaje Californiano queremos liberar el cuerpo de esos bloqueos físicos que de una forma inconsciente afectan a planos más profundos de la vida. Liberando desde la parte física y tangible que es su cuerpo llegaremos a lo más profundo e intangible que es la mente y la esencia (o alma, o como le guste llamar a esta energía que nos mantiene vivos y nos diferencia de los demás seres vivientes).  Reconciliándose con su cuerpo será más fácil reconciliarse con el mundo.

El masaje


La sesión se realiza con el paciente en camilla, cubierto con una sábana. El primer contacto se hace a través de la sábana, pidiendo permiso al cuerpo para poder tocarlo. Las manos respetuosas del terapeuta irán descubriendo las partes a tratar. Se utiliza un aceite para conseguir un mejor deslizamiento sobre la piel. Con movimientos largos, envolventes, y fluidos considerando el cuerpo de manera integral, el cuerpo es tratado como un todo, como una continuidad, da igual donde se inicie, desde los pies o desde la cabeza. Esto no impide que el masajista siga y respete las líneas de los meridianos, los puntos reflejos y la trayectoria muscular del cuerpo.

Fuente:  wikipedia.org
              flotexperience.es


lunes, 27 de octubre de 2014

No es nada personal

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Hoy les dejo un interesantísimo artículo publicado esta semana en El País Semanal sobre nuestra manera de afrontar situaciones cotidianas, domésticas o profesionales, sea ella positiva o negativa y sus fundamentos. A simple vista puede parecer un tema sin relación con el quiromasaje, pero los quiromasajistas formamos parte de las terapias naturales que parte del princípio de que el cuerpo es un todo, y no partes desconexas unidas por un simple nexo biológico. Así, pues, el estar y sentirse bien, en general, está intimamente relacionado con el tema de este espacio.

Disfruten de la lectura y saquen sus própias conclusiones!

                                                                        ___
 
La vida cotidiana pone a prueba el equilibrio emocional cada vez que nos sentimos ofendidos por otra persona. Puede ser alguien del entorno familiar, un jefe o compañero de trabajo, o incluso un desconocido que nos trata de forma que consideramos grosera.

A lo largo del día interactuamos con decenas de personas, lo cual brinda numerosas ocasiones para ofenderse y vivir con amargura. Porque lo peor de todo es que una vez producido el desencuentro, si no se hace nada para olvidarlo, el rencor puede quedar fluctuando por la cabeza durante horas… llegando a turbar incluso el descanso nocturno. En este artículo se va a ver por qué sucede y cómo poder deshacerse de este lastre.

El enfado ante las actitudes de los demás es una pura elección. Prueba de ello es que hay personas que no se inmutan por nada, mientras que otras saltan ante cualquier comentario, gesto o mirada que interpreten como hostil. ¿Dónde radica la diferencia entre unas y otras?

El doctor en psicología Martin Lyden opina que las personas susceptibles son aquellas que poseen menos empatía. Todo lo filtran según lo que harían ellas, y cualquier cosa que se salga de su propio código de conducta lo interpretan como un ataque.

    Lo que te ofende sólo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontrarás cada dos por tres”.

    Mario Alonso Puig

Así, por ejemplo, a quien contesta los mensajes de su smartphone de inmediato le parecerá una falta de educación que el receptor no reaccione hasta varias horas después. La ofensa se basa en una mera interpretación, ya que el ofendido presupone que su interlocutor no tiene ganas de contestar, cuando tal vez sencillamente esté en una reunión de trabajo donde no puede hacerlo.

Otros motivos de ofensa pueden ser una respuesta demasiado seca por parte de alguien o bien un tono de voz inadecuado, entre muchas posibles razones.

Veamos qué sucede en la mente de alguien con “piel fina” ante una situación que considera de conflicto:

- El comentario o acción desafortunados despiertan ofensas pasadas, que pueden degenerar en un infierno mental.

- Merma de la autoestima debido al papel de víctima que asume el ofendido, a partir de la idea de que aquello ha pasado deliberadamente para humillarle.

- Deseo de venganza ante el daño recibido, lo que puede derivar en una discusión o en un “silencio castigador” para hacer notar al otro que nos ha herido.

- Aumento de la ansiedad ante el cóctel de emociones negativas que se van albergando.

Ante la tortura que supone pasar por estos estados mentales, a menudo debido a una menudencia, el doctor Martin Lyden propone un remedio de choque: “El humor implica un replanteamiento de lo que ha sucedido. Reconocer una incongruencia en una situación puede ser humorístico y, por lo tanto, sanador”.

Uno de los grandes aprendizajes de todo ser humano es aceptar que las personas a nuestro alrededor nunca se expresarán como nosotros lo haríamos, ni se comportarán como esperamos, y no pasa nada.

Pensemos en lo que debe sentir la estrella de un equipo de fútbol cuando salta al campo rival en medio de una tormenta de silbidos e insultos. Estos deportistas no pierden la calma y pueden jugar perfectamente concentrados, lo cual demuestra que cualquier persona puede blindarse ante la hostilidad ajena.

Incluso cuando no es una percepción, sino una realidad contrastada por todos, tenemos la oportunidad de endurecer nuestra piel ante el ataque para que no nos afecte.

En una ocasión le preguntaron al Dalai Lama por qué no estaba enfadado con el Gobierno comunista chino, después de haber tenido que exiliarse, entre muchos otros percances. Su respuesta fue: “Si me enojara, entonces no sería capaz de dormir por la noche o de comer mis comidas en paz. Me saldrían úlceras, y mi salud se deterioraría. Mi ira no puede cambiar el pasado o mejorar el futuro, así que ¿para qué serviría?”.

Sin duda, un ejemplo extraordinario de lo que es tener la “piel gruesa”, que presenta las siguientes características:

- La persona dedica poco tiempo a valorar cualquier posible roce o desaprobación.

- Se centra en lo inmediato y, muy especialmente, en aquellas cosas y personas que le satisfacen.

- No interpreta por qué una persona habla o actúa de cierto modo. Se limita a evaluar el hecho, de forma positiva o negativa, sin juzgar.

- Es capaz de asumir críticas, por si le sirven para mejorar algún aspecto, y de desestimar las opiniones que no le resultan útiles.

- Supuestamente basado en la sabiduría de los toltecas, en el best seller Los cuatro acuerdos Miguel Ruiz dedica uno de ellos al lema: “No te tomes nada personalmente”.

Según este autor mexicano, hacerlo es una muestra de egoísmo, ya que parte de que todo gira a nuestro alrededor. En su opinión, además, esta manera de abordar la conducta de los demás es totalmente infundada. En sus propias palabras:

“Nada de lo que los demás hacen es por ti. Lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos en nuestra propia mente; los demás están en un mundo completamente distinto de aquel en que vive cada uno de nosotros (…) Incluso cuando una situación parece muy personal, por ejemplo cuando alguien te insulta directamente, eso no tiene nada que ver contigo. Lo que esa persona dice, lo que hace y las opiniones que expresa responden a los acuerdos que ha establecido en su mente. Su punto de vista surge de toda la programación que recibió durante su domesticación”.

Ruiz entiende por domesticación todos los prejuicios e ideas preconcebidas que vamos acumulando a lo largo de la existencia. Y lo peor que podemos hacer ante una persona que nos ofende —de forma objetiva o no— es defender nuestras creencias, ya que con ello sólo lograremos aumentar y prolongar el conflicto.

“Cuando no tomarte nada personalmente se convierta en un hábito firme y sólido, te evitarás muchos disgustos en la vida”, afirma Ruiz. “Tu rabia, tus celos y tu envidia desaparecerán, y si no te tomas nada personalmente, incluso tu tristeza desaparecerá (…) Alguien puede enviarte veneno emocional de forma intencionada, pero si no te lo tomas personalmente, no te lo tragarás. Se vuelve más nocivo para el que lo envía, pero no para ti”.

La paz interior empieza cuando eliges no permitir que otra persona o evento controle tus emociones”. 

Proverbio oriental

Al final, el mundo será tal como se mire, ya que se puede fijar la atención en un amplio espectro de realidades. Cada persona con la que se interacciona es un conjunto de fortalezas y debilidades, es clara en unos aspectos y confusa en otros, acierta o falla en diferentes cuestiones vitales.

Nuestra relación con el mundo dependerá, por lo tanto, de lo que cada cual quiera ver en el prójimo. Nos podemos quedar con sus mejores virtudes o bien sentirnos heridos y decepcionados por aquella parte de los demás que no cumple las expectativas.

Tal como afirma Wayne Dyer: “Si eres objetivo, descubrirás que lo que en realidad te ofende es cómo consideras que deberían comportarse los demás. Sin embargo, por sí mismo, el sentirse ofendido no altera los comportamientos desagradables (…) Tu ego insiste en que tienes derecho a sentirte ofendido. Esos juicios derivan de una idea falsa de que el mundo debería ser como tú eres y no como es”.

Si dejamos de dictar rígidamente lo que los demás deberían sentir, pensar y hacer se pueden evitar muchos enfados y decepciones, y liberar así una energía preciosa para construir relaciones saludables desde la empatía, el humor y la serenidad.

La vida no es siempre justa


“Parafraseando algo que mi maestro Mordecai Kaplan solía decir, esperar que el mundo te trate bien porque eres una persona honesta es como esperar que el toro no te embista porque eres vegetariano. Me gusta pensar en ello no como una pérdida de inocencia, sino como el principio de la sabiduría, entender que puede que la vida no sea justa, pero nos ofrece toda clase de posibilidades y compensaciones.

Cuando nos sucede algo malo, nos sentimos castigados por el destino. Podemos llegar a pensar que todo el mundo ahí fuera es feliz y está sano, y que sólo nosotros sufrimos (…), pero nada más lejos de la realidad”. Overcoming Life’s Disappointments, de Harold Kushner.

Fuente: El País Semanal

miércoles, 22 de octubre de 2014

Embarazo y masaje

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El embarazo es un momento sumamente especial en dónde la futura mamá experimenta muchos cambios y adaptaciones a nivel anatómico, psicológico, estructural, espiritual, mental y social. Muchos de estos cambios son estresantes e incómodos, y el masaje podría ser una opción realmente benéfica para ayudar a reducir algunas de las molestias y a despertar en la futura madre emociones placenteras y relajantes, además de prevenir consecuencias estéticas como las estrías.

Siempre es recomendable consultar su médico antes de realizar cualquier sesión de masaje prenatal. El masaje para embarazadas incluye varias técnicas como reflexología, masaje sueco, acupresión, masaje hidro-relajante, etc. Siempre es necesario recurrir a un masajista profesional o a un centro serio de masaje dónde uno pueda ser bien informado. 

Beneficios:

• Relajación fisíca y emocional;
• Alivio notable de la presión (dolor o molestia) en la espalda, el cuello y las articulaciones causadas por el peso extra;
• Ayuda a estimular el sistema glandular lo que estabiliza las hormonas;
• Es ideal para mantener la elasticidad y flexibilidad del cuerpo, lo cual disminuye el riesgo de estrías;
• Ayuda a dormir bien y a darle a la mamá un estado emocional placentero. Hay que recordar que: mamá feliz, bebe feliz;
• Estimula la circulación sanguínea ayudándole a transportar oxígeno y nutrientes a las células y mantener la presión adecuada. Esto no sólo beneficia a la futura madre sino a el feto también;
• El masaje, acompañado con aromaterapia o cremas relajantes, ayuda a eliminar la depresión, ansiedad, nerviosismo, que en ocasiones se presentan durante el embarazo;
• Regula los movimientos intestinales;
• Alivia calambres, rigidez, adormecimiento de extremidades, etc.;
• Ayuda a eliminar líquidos y toxinas lo que combate la fatiga y ayuda a energizar el cuerpo.

¿Cómo es un masaje para una embarazada?

Las sesiones duran aproximadamente una hora. Durante este tiempo la futura mamá estará acostada (normalmente de lado) en una cama especial, dónde tiene que estar muy cómoda. Serán facilitadas almohadas y cojines especiales para el estómago si el embarazo es avanzado. Después de las primeras 22 semanas de embarazo, acostarse completamente boca arriba puede provocar presión en los vasos sanguíneos profundos debido al peso del bebé, lo que puede reducir la circulación tanto de la madre como del feto. Para evitar este problema se pueden utilizar las almohadillas que son especialmente eficaces para acostarse de lado.

El masaje se toma desnuda, pero estarás cubierta con una sábana y sólo la parte que esta siendo masajeada se expone. Utilizaremos cremas, aceites o tónicos especiales para que el masaje tenga mayores beneficios.

Recomendaciones finales:

- Realizar los masajes después del primer trimestre de embarazo y realízalo dos veces a la semana en el último trimestre;
- No ingerir ningún alimento dos horas antes del masaje;
- Evite tomar agua antes del masaje y acuérdese de ir al baño antes de empezar para no tener que interrumpir la sesión;
- Si siente algún tipo de malestar durante el embarazo, suspenda las sesiones y consulte su médico;
- Las sesiones acompañadas de música tienen un plus añadido, ya que el bebé siente las frecuencias y, si en este momento está muy relajada, el bebé puede beneficiarse exquisitamente de él también;
- Al terminar la sesión, procure comer ligero;
- Si su embarazo es delicado, consulte a su médico.

Fuente: biomanantial.com

lunes, 20 de octubre de 2014

Anamnesis: el primer paso

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La anamnesis, que en griego significa interrogatorio, ocupará la primera parte de la primera visita a una sesión de quiromasaje. Este procedimiento es utilizado por profesionales sanitarios, de la salud y, por supuesto, también por los terapeutas manuales en general. Todo el procedimiento nos tomará como máximo unos 10 minutos, entre realizar el cuestionario, hacer la exploración visual del paciente y verificar qué tratamiento será el más adecuado para cada uno. Es común encontrar a personas que piensen que este tiempo que se “pierde” en hacer este procedimiento sería mejor aprovechado en las manipulaciones en sí, pero no es así, ni mucho menos. Con la anamnesis ganamos tiempo, ya que una vez finalizada ya sabemos qué tipo de manipulaciones deben ser realizadas para alcanzar los resultados, sean cuales fueren, en menos sesiones.

Después de esta primera anamnesis, en las siguientes sesiones el procedimiento no tarda más de 3 o 4 minutos, ya que es una pequeña valoración de las mejoras obtenidas desde el punto de vista del paciente para luego comprobarlas en la sesión en sí.

En qué consiste

Rellenaremos una hoja con los datos personales del paciente. A continuación, pediremos al paciente que nos cuente el motivo de la consulta. Una pregunta simple y concreta como ¿Qué le ocurre?, sirve para iniciar la relación verbal. La respuesta debe colocar al práctico en situación de realizar una primera valoración subjetiva respecto a la preferencia del usuario por recibir la acción de un determinado protocolo (por ejemplo: quiromasaje en espalda, en las piernas, etc.) o, sobre la posible presencia de la clínica típica de alguna afección. Es muy importante saber si el paciente sufre patologías donde el quiromasaje no está recomendado (problemas de piel, cirurgía reciente, inflamación local y/o dolor agudo, fiebre, hipertensión…en otro post les expondré una lista de las enfermedades en que es menos recomendado o directamente prohibido recibir masaje).

Para acabar de completar esta fase de la anamnesis, el quiromasajista o terapeuta manual debe interesarse por la relación que establece el usuario con el origen de su afección, si la tuviera. Las preguntas ¿A qué lo atribuye? o ¿Cuál cree que es la causa?, nos ayudarían en este sentido. Este interrogatorio inicial debe permitir al práctico formarse una idea de la situación, si puede aplicar su técnica con garantías o, si por el contrario, ésta está contraindicada o, si debe recomendar la consulta a otro profesional.

En todos los casos y, con el objetivo de confirmar la pregunta inicial, la anamnesis debe continuar con otras relacionadas con la posible afectación actual o pasada de enfermedades importantes. Aún con el convencimiento del carácter subjetivo de la anamnesis, ésta nos puede ser de gran utilidad:

En cualquier caso, la amnesis forma parte de una sesión profesional, sea de quiromasaje u otro tipo de terapia natural/ manual. Con ella sabemos un poco como son los hábitos de cada paciente, sus moléstias, posibles enfermedades que contraindiquen el masaje, su estado anímico (siempre a tener muy en cuenta) y nos ayuda a enfocar el tratamiento más indicado a cada situación.

Fuente: cimformacion.com

lunes, 13 de octubre de 2014

Meditación para combatir la ansiedad y la depresión

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Desde que nos levantamos hasta que nos metemos en la cama, e incluso mientras dormimos, miles de pensamientos pululan por nuestra cabeza manteniéndonos mentalmente ocupados casi las 24 horas del día. Eso no sería un problema si ese aluvión de pensamientos fuera compatible con el equilibrio y la serenidad que necesitamos para vivir en un estado de bienestar psíquico y emocional. Sin embargo, muchas personas se ven incapaces de manejar ese día a día y se sienten arrollados por las innumerables responsabilidades asociadas al trabajo, la familia o las relaciones personales.

Pero, ¿cómo conciliar el vertiginoso trajín cotidiano en el que vivimos con la paz interior que necesitamos? La respuesta está en las técnicas de meditación. Del mismo modo que cada día ponemos orden en casa o en nuestra agenda, sería muy beneficioso para nuestra salud, que hiciéramos lo mismo con nuestra mente. Así lo corroboran los resultados de numerosos estudios como el del centro Johns Hopkins Medicine, según el cual practicar unos 30 minutos de meditación al día puede reducir los síntomas de la ansiedad y la depresión. Así, Madhav Goyal, investigador de la Universidad Johns Hopkins y director del estudio, publicado en la revista JAMA Internal Medicine, afirma que “la meditación parece proporcionar un alivio similar al constatado con antidepresivos en otros estudios”.

En esta misma línea, Miriam Subirana, doctora por la Universidad de Barcelona, escritora y profesora de meditación y mindfulness, asegura que “a largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia”.

“La puerta de entrada a la meditación es la respiración”, afirma Subirana. Y es que “focalizar nuestra atención en la respiración, en las sensaciones que experimenta nuestro cuerpo, nuestros músculos, etc., facilita los cambios temporales a nivel físico y psíquico”, apostilla la psicóloga y experta en coaching Eva Hidalgo.

Hemos extraído del libro Serenidad Mental (Obelisco, 2011) de Miriam Subirana, un breve resumen sobre cómo realizar una meditación básica:

1. Encontrar un lugar tranquilo y acogedor. Poner una luz tenue y música suave pueden ayudar a conseguir crear el ambiente adecuado.

2. Sentarse en el suelo con la espalda recta, pero sin tensiones, respirando hondo y manteniendo los hombros y brazos relajados.

3. Con los ojos abiertos, elegir un punto enfrente y dejar ahí la mirada, mientras poco a poco todas las distracciones van desapareciendo.

4. Observar los pensamientos sin juzgarlos ni retenerlos, solo observándolos.

5. A continuación, crear pensamientos e imágenes positivas de uno mismo, visualizarlos y mantenerlos durante unos minutos.

6. Para terminar, cerrar los ojos unos instantes creando un silencio completo.

Eso sí, como cualquier otro hábito, adquirir la costumbre de practicar meditación requiere constancia, dedicación y paciencia, ya que antes de que podamos ser testigos de sus efectos a corto plazo, es necesario que pase algún tiempo. De hecho, según Subirana, “21 días es lo que tardan en aparecer los primeros síntomas de que algo está cambiando en nuestro interior”. Sin embargo, si lo que buscamos es un cambio radical en nuestra vida, “debemos tocar nuestras creencias limitantes y liberarnos de ellas. Si meditamos, pero no cambiamos nuestro estilo de vida ni nuestros hábitos limitadores, conseguiremos mejorar nuestra relación con el entorno y con los demás, pero no habrá una transformación profunda”, asegura la experta.

No se trata, por tanto, de un cambio que ocurra de la noche a la mañana, si no de una progresión a nivel emocional que comienza con pequeñas sensaciones como “la disminución del estrés y la ansiedad o el crecimiento de una actitud más abierta y relajada”, explica Subirana.

Por si eso fuera poco, según la coach, los beneficios de la meditación trascienden lo psíquico: “Las mejoras afectan a todos los niveles, el sistema digestivo empieza a funcionar mejor, somos más flexibles, reducimos los dolores de cabeza y nos sentimos más vitales y energéticos”. Teoría en la que coincide Eva Hidalgo, quien se apoya en la existencia de diversos estudios que corroboran esta afirmación. Uno de ellos es el publicado en 2013 por la American Heart Association en el se afirma que la Meditación Trascendental puede ser considerada como un tratamiento real para la presión arterial alta, ya que se ha comprobado su efectividad para bajarla.
  
Fuente: El País, suplemento BuenaVida

miércoles, 8 de octubre de 2014

Aceites esenciales: un plus en la sesión de masaje

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La aromaterapia (del griego aroma, 'aroma' y therapeia, 'atención', 'curación') es una rama particular de la herbolaria, que utiliza aceites vegetales concentrados llamados aceites esenciales para mejorar la salud física, mental o ambas. A diferencia de las plantas utilizadas en herbolaria, los aceites esenciales no se ingieren sino que se inhalan o aplican sobre la piel. Una de las maneras más placenteras de hacer uso de estos elixires naturales es a través de un masaje.

Los aceites esenciales de diferentes plantas han sido usados para propósitos terapéuticos desde hace cientos de años. Indígenas de diversos continentes, chinos, hindúes, egipcios, griegos y romanos usaron los aceites esenciales en cosméticos, perfumes y medicinas. Y en la actualidad seguimos haciendo uso de los benefícios aportados por estos aceites con diferentes finalidades.

En la aromaterapia, los aceites vegetales permiten diluir los aceites esenciales. Es necesario antes de cualquier aplicación sobre la piel. Ayudan a la absorción de los aceites esenciales por la piel, y completan eficazmente su acción. Nutren la piel a profundidad, protegiéndola de las condiciones climáticas y de la contaminación. Los aceites vegetales contienen múltiples ácidos grasos insaturados que impiden la deshidratación de la epidermis y por su acción nutritiva, preservan la elasticidad y juventud de su piel. Los aceites vegetales contienen también vitamina A (regenerante celular para la piel) y vitamina E (potente antioxidante). La vitamina A tiene un papel importante a nivel cutáneo y en la lucha anti-envejecimiento. Posee una acción estimulante, aumenta el contenido en proteínas y fibras de colágeno. La vitamina A está reconocida por mejorar la elasticidad de la piel y reducir las arrugas. La vitamina E es un gran antioxidante que inhiba la acción de los radicales libres y lucha contra el envejecimiento de los tejidos. Es también un buen agente hidratante.

Para ser aplicados sobre la piel, se mezclan pocas gotas de aceite esencial en aceite base, de esta forma el uso es más seguro, además de hacer rendir el aceite esencial. La característica principal de los aceites base es que no cambian el aroma del aceite esencial. Algunos aceites base adecuados son: almendras, cacahuate, coco, aguacate, encebollado, cebolla paitena, sopa de caracol y melloco.

Aquí les dejo un pequeño listado de los objetivos buscados para cada situación y sus respectivos aceites esenciales. En Internet hay una extensa bibliografía para profundizar en el tema si así lo desean.

Relajantes: amaro, ciprés, clavel, enebro, gálbano, ylang-ylang, cedro, mandarina, manzanilla, mejorana, mirra, nerolí, rosa, sándalo y vetiver.

Equilibradores: albahaca, bergamota, geranio, incienso y lavanda.

Estimulantes: angélica, canela, cardamomo, clavo, elemí, eucalipto, hinojo, jengibre, lima, menta, naranja, palmarosa, petit grain, pimienta negra, pino, pomelo y romero.

Antidepresivos: albahaca, amaro, bergamota, clavel, geranio, ylang-ylang, incienso, jazmín, lavanda, lima, limón, mandarina, manzanilla, naranja, nerolí, pachuli, palmarosa, petit grain, pomelo, rosa y sándalo.

Afrodisíacos: amaro, angélica, canela, cardamomo, cilantro, clavel, clavo, gálbano, ylang-ylang, jazmín, jengibre, madera de cedro, nerolí, pachuli, romero, rosa, sándalo y vetiver.

Anafrodisíacos: alcanfor, mejorana.

Estimulantes de la mente: albahaca, cardamomo, cilantro, eucalipto, menta, pino y romero.

Fuentes: saludparati.com
                wikipedia.org

lunes, 6 de octubre de 2014

La piel y el sentido del tacto

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Todos sabemos la sensación agradable que nos produce un simple roce o caricia, un abrazo, la mano amiga de una persona cercana, etc. Pero además de esta sensación, el tacto, el ser tocado, comprende mucho más…

Sabemos que en la piel es la captadora de tal sensación. Que existen ciertos puntos sensibles al dolor, al frío o al calor. La piel está íntimamente relacionada con el mecanismo psicológico del individuo, que actúa como reflejo de las emociones. El rubor que acompaña a la vergüenza, o la palidez con el miedo nos lo demuestran. El hecho de ser tocado puede transmitirnos diferentes sensaciones. No son iguales todas las formas de tocar. El contacto puede ser cariñoso o tierno (como cuando se toca a un bebé), indiferente (como en algunos actos sociales, que se ofrece la mano sin ningún interés por la otra persona), iracundo (violencia), sexual (como las caricias apasionadas que preceden al acto sexual), curativo (como el masaje o la imposición de manos) etc. Se puede tocar, también, de distintas formas: se efectúan caricias, abrazos, palmadas, besos...

El contacto físico comunica sin palabras, y se convierte en la expresión física de nuestra actitud hacia el mundo. ¿No es cierto que un individuo reservado en su expresión oral, también mostrará cierta reserva en el momento de tocar o ser tocado?

El tacto calibra nuestra capacidad de amar y ser amados. En realidad, necesitamos el contacto físico por sí mismo. Es más difícil que nos engañe otra persona si le mantenemos cogido del brazo o del hombro (como también han demostrado algunos estudios). De forma que es casi imposible fingir emociones cuando se toca a alguien, excepto si el receptor quiere ser engañado. Es imposible tocar con indiferencia mientras decimos que nos importa mucho el receptor, o tocar sexualmente mientras se manifiesta un sentimiento de amistad. El tacto simboliza la forma mediante la cual nos relacionamos con la vida, la experiencia, el amor y la amistad, en fin, con prácticamente todo al nuestro alrededor.

Así siendo, el masaje se podría contar como una herramienta más a nuestro alcance para ayudar/mejorar nuestro sentido del tacto. Permitir que otra persona nos toque el cuerpo para librarnos de alguna molestia o simplemente para sentir esta placentera sensación de bienestar que una sesión de masaje puede ofrecer es una muestra más de esta necesidad, de que nos toquen. No de cualquier manera, sin una finalidad clara. Cuando nos tumbamos en la camilla de un terapeuta y le permitimos que no manipule el cuerpo, le estamos diciendo, sin palabras: “pongo mi cuerpo en tus manos”. Y esto es una prueba de confianza que el terapeuta debe tomar con todo respeto, seriedad y cariño. Dar un masaje, asumir esta responsabilidad, es nuestra manera, de los terapeutas, de decir, sin palabras: “haré lo que esté en mis manos”, además de una declaración de afecto.

Fuente: sobremasajes.blogspot.com

viernes, 3 de octubre de 2014

¿Por qué deben darse masajes los deportistas?

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Antes de ir a los motivos, es importante aclarar unos conceptos respecto a lesión y a la denominación “masaje o masajista deportivo”. El tipo de lesión sufridas por los deportistas no se diferencia de las producidas en muchas otras actividades. Si un músculo se encuentra tenso y dolorido, poco importa la causa. Ya puede ser por cavar en el jardín durante el fin de semana; bailar como profesional o levantar pesas en el gimnasio. El daño para los tejidos es idéntico, como también lo son las técnicas fundamentales de masaje, por más que su aplicación sea distinta. Además las personas que practican un mismo deporte varían en cuanto a: métodos de entrenamiento, intensidad, morfología, terreno, etc.

El masaje para el deportista se aplica para: “la prevención, lucha contra la fatiga, incremento de la capacidad de trabajo y apoyo en el tratamiento de las lesiones”. Así que resulta más acertado usar la denominación “masaje en o para el deportista”. Aún así, para sintetizar la definición se ha aceptado el término “masaje deportivo” para referirse a la rutina aplicada a atletas antes, durante y/o después del deporte.

El masaje deportivo es: un medio físico manual para mejorar el rendimiento y cuidado del deportista. Se aplica con la finalidad de que: alcance una puesta en forma óptima, prevenir y evitar lesiones. Consiste en una serie de maniobras de masaje encaminadas tanto a preparar los tejidos del deportista para la competición (masaje precompetición), como al tratamiento de los mismos tejidos toda vez haya concluido la actividad deportiva (masaje postcompetición) con el fin de prevenir la aparición de lesiones. En modalidades deportivas de larga duración también se aplican masajes a los deportistas durante la actividad para que no haya una bajada brusca de tono o simplemente para ayudar la musculatura a aguantar el esfuerzo requerido.

¿Por qué se aplica masaje al deportista?

– Para calentar los músculos del deportista: Masaje de calentamiento previo a la competición.
– Para descargar los músculos y recuperarlos fácilmente: Masaje de recuperación, Masaje Drenaje Linfático y de Retorno Venoso.
– Para aumentar la circulación de los músculos. Para oxigenarlos y flexibilizarlos antes de competir.
– Para friccionar y limpiar la piel.
– Para relajar los músculos del deportista.
– Por su efecto estimulante, revitalizador y energético sobre el músculo.
– Para relajarlo psicológicamente y favorecer la distensión y descarga emocional previa a la competición.
– Por el olor penetrante y la rubefacción que provocan los linimentos y por su efecto terapéutico.
– Para preparar los músculo un día antes.
– Para mejorar el rendimiento del atleta.
– Como profiláctico de diversas lesiones.

Como podemos ver sobran los motivos por los que un deportista deba darse masaje como rutina saludable en su vida. Desde aquí animo a toda persona que quiera mejorar en su deporte que empiece a incluir sesiones de masaje y relajación entre sus entrenamientos, su rendimiento mejorará considerablemente a la par que la calidad de los entrenamientos.

Fuentes: wikipedia
 blogdepiesymanos.com

lunes, 29 de septiembre de 2014

Siete cosas que no sabía del yoga

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Confiese: ha preparado su primera clase de yoga a conciencia. Puede que anoche cenara pollo al curry, en homenaje al honorable pueblo hindú con el que espera fundirse en amorosa simbiosis (y como posible despedida a los alimentos cárnicos: ¿no se vuelve uno vegetariano cuando lleva mucho tiempo practicando yoga?). Quizá a modo de calentamiento se deleitara con la escucha repetida de un disco en solitario de Nacho Cano. Para la indumentaria, tal vez decidió estrenar ese pantalón hippy, amplio y de tiro bajo, que guardaba en el armario a la espera de ocasión. ¿Acaso no va el yoga de todo eso?
A diferencia de otras prácticas corporales —pilates, aeróbic—, diáfanas en su configuración y objetivos, del yoga uno no sabe bien qué esperar. De su filosofía a su parafernalia, un exótico misterio rodea esta disciplina milenaria que cuenta con adeptos asociados en España desde 1976. Por eso, es probable que después de esa primera clase se pregunte: ¿por qué nadie me dijo que…?
  1. Produce agujetas. Aunque lo oferten gimnasios, el yoga no es un deporte. Sin embargo, ¡ay de usted como no esté en forma! Los novatos que creen que esto va de cruzar las piernas y decir “om” todo el rato lo pasarán francamente mal: el yoga consiste en una serie de ejercicios de estiramiento o equilibrio (asanas, en sánscrito) que suelen revelar al perplejo neófito lo oxidado que está. O al revés: personas que se tenían por rígidas descubren con el yoga lo flexibles que son. “Como ejercicio físico, es el mejor”, apunta el maestro Víctor M. Flores (también conocido como Senge Dorje), fundador del Instituto de Estudios del Yoga, con sede central en Marbella. “Su supervivencia a lo largo de los siglos demuestra su eficacia. Las agujetas no son sino dolores de crecimiento”.
  2. No es necesario disfraz. No, una clase de yoga no es un casting para una película de Bollywood, así que deje las túnicas, pantalones tailandeses y faldas llenas de pliegues para carnaval. Lo principal en una actividad tan física es estar cómodo y no tener que preocuparse por si el faldón se le viene sobre la cabeza en la postura del perro cara abajo. No digamos la del arado. “Lo ideal es la lycra”, opina Flores. “Es magnífica. No es muy yóguica, pero sí muy práctica”.
  3. No se hace con música de Enya. Ni de Kenny G. En realidad, los maestros desaconsejan la ambientación musical durante la práctica del yoga. “En cuarenta y cuatro años nunca he utilizado música de fondo”, dice Ramiro Calle, director del veterano centro de yoga Shadak (Madrid) y escritor, recientemente galardonado en EE UU por su libro Yoga en la selva (Ed. Cuento de Luz, 2014). “Se basta uno mismo con su propio cuerpo, su respiración, su mente… ¡bastante dispersos y centrifugados estamos ya!” El silencio debe reinar, por tanto, en estas estancias; un silencio, si acaso, interrumpido por resoplidos, exhalaciones y otros ruidos corporales debidos al esfuerzo, algunos de los cuales se pueden evitar suprimiendo comidas copiosas antes de la clase.
  4. Hay que olvidarse del sentido del ridículo. Seamos claros: algunas posturas del yoga son… raras. Es frecuente que los principiantes acometan con cierto pudor sus primeros ademanes. Claro que entre la singularidad de las posturas, el silencio imperante y nuestras pintas con los faldones ondeando a la altura de la nariz, tampoco es de extrañar. “Cuando el practicante tiene esa sensación la culpa siempre es del instructor, que no lo motiva o no le quita hierro a algo muy humano, que es la exposición a la frustración. El yoga debe adaptarse al cuerpo, no al revés”, subraya Flores. El maestro Ramiro Calle explica: “Las posturas son de lo más natural, pues están tomadas de la naturaleza: animales, plantas… Cada uno está a lo suyo. No se trata de ganar un campeonato”.
  5. Está lleno de mujeres. Si es usted mujer, nueva en esto, y quiere sentirse arropada en su estreno por otras mujeres, está de enhorabuena. El yoga atrae principalmente a público femenino porque “no es competitivo. El macho alfa aquí está fuera de juego”, dice Flores. Si es usted un caballero y también gusta de sentirse arropado por señoras, se encontrará en su salsa. ¡Si es que en el yoga todo son buenas noticias!
  6. Requiere mucha concentración. Casi tan difícil como mantener las posturas es abstraerse de la novedosa escenografía —las varillas de incienso, la eventual decoración simbólica, el incongruente atuendo de algunos condiscípulos— y lograr concentrarse. Algunos dirán: ¿dejar la mente en blanco y concentrarse mucho en algo no es una contradicción? En el yoga, no: el yoga ejercita la mente para guiarla a ese ansiado estado de paz interior. “No hay yoga sin atención”, dice Ramiro Calle. “Así se entrena también la mente y la liberamos de todo tipo de malestar”.
  7.  Engancha. Por último, otra de las cosas que más sorprenden al primerizo es lo rápido que transcurre la clase. Eso se debe a su marcada estructura. “Una clase de yoga incluye ejercicios de calentamiento, la sesión de posturas, la práctica de los ejercicios respiratorios y la relajación profunda. Se pasa enseguida, es muy amena”, asegura el maestro Calle. En general, agradecemos un poco de disciplina en nuestras vidas y muchos encuentran en la sala de yoga un remanso de paz al que vuelven cada día con más ganas. “Se enganchan a la vivencia que supone el yoga”, advierte Víctor M. Flores, “dado que trasciende el ejercicio para convertirse en una forma de vida”.
Fuente: Suplemento Buena Vida, El País