El quiromasaje descontracturante

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Probablemente el masaje descontracturante sea el más conocido por la gran mayoría de las personas (conjuntamente con el masaje relajante. En la práctica, no es una modalidad en si, sino un conjunto de técnicas aplicadas durante más o menos tiempo en un masaje deportivo, relajante, anticelulítico o para espalda, por ejemplo. Los quiromasajistas palpamos, primeramente, la zona del cuerpo que se vea afectada por alguna moléstias o dolor para encontrar las contracturas (también conocidas como nudos) y deshacerlas.

Las contracturas son una defensa que asume nuestro propio cuerpo al forzar demasiado un músculo o grupo muscular realizando un gran esfuerzo (bien como al  dormir en mala postura, al sentarse mal, por la falta de ejercicio…). El músculo se contrae, es decir, se resiente de éste esfuerzo y en este momento se forma la contractura. Comúnmente solemos notarlas en la espalda pero hay muchos casos de contracturas en muslos, gemelos y glúteos (sobretodo en deportistas).

Sea cual fuere la causa de la contractura hay que eliminarla porque crea una descompensación estructural: el músculo donde se ubica la contractura deja de funcionar correctamente y los demás tienden a compensar su función, pero al tener que realizar otro esfuerzo también los demás músculos van, progresivamente, sobrecargándose.

Para devolver la musculatura a su condición normal, realizamos amasamientos, fricciones, estiramientos, movilizaciones, remociones y movimientos de dispersión de la tensión en diferentes direcciones. A diferencia del masaje circulatorio, por ejemplo, donde la dirección es siempre en sentido al corazón.

Como cualquier otro masaje, la estimulación física provocada por las maniobras descontracturantes ayudan en muchos otros aspectos, siendo ellos:

-       Renovación de la piel (eliminación de células muertas);

-       Aumento de la circulación sanguínea en la zona;

-       Aumento del tono e de la elasticidad del músculo;

-       Producción de endorfinas (antidepresivos naturales producidos por el cuerpo);

-       Efecto sedativo;

-       Alivio del dolor;

-       Disminución de la sensación de cansancio;

-       Mejora la postura corporal y ayuda a recuperar su posición natural.

El masaje descontracturante está contraindicado a personas con:

-       Enfermedades infecciosas y de piel;

-       Procesos Inflamatorios;

-       Hematomas;

-       Estados febriles;

-       Patologías crónicas (hernias discales, tumores malignos, osteoporosis).

Y para terminar, vale recordar que ante cualquier duda hay que consultar un médico especializado.

Funtes: centresantpau.com

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