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Menos estrés. Mayor salud. Mayor longevidad. Los optimistas
viven más y mejor, y su triunfo se basa en una premisa muy básica: adoptar una
actitud entusiasta ante la vida. Por eso, te invitamos a unirte a este
prestigioso club, cuidándote en cuerpo (¡y en alma!) para lograr un completa
sensación de bienestar.
A pesar de lo que pueda parecer, la salud no empieza y
termina únicamente con el estado físico. Un estudio realizado en 99 estudiantes
de Harvard demostró que los estudiantes que eran optimistas a los 25 años eran
sensiblemente más sanos a los 45 años que aquellos que no lo eran.
Y no sólo eso; el informe Dr. Martin E.P. Seligman demostró
que los estilos de vida pesimistas estaban directamente relacionados con
índices mayores de enfermedades infecciosas, salud pobre y mortalidad más
temprana.
Por eso, cuando se trata de salud y bienestar, es
fundamental que entendamos el importantísimo papel que juega un buen estado de
ánimo. Y si a eso le añadimos unos buenos hábitos alimentarios y físicos, como
un poco de ejercicio a la semana y una dieta sana, conseguimos el cóctel
perfecto para sentirnos fenomenal.
Y es que cuando una persona se cuida, se siente bien, y
tiene una actitud positiva ante la vida, eso acaba repercutiendo en la salud, en su estado de ánimo, en su trato con los demás. Ser optimista nos ayuda a ser, al fin y al cabo, personas más agradables y más preparadas para afrontar los problemas diarios. No nos solucionará los percances, pero sin lugar a duda nos hará sentir mejor preparados para lidiar con ellos.
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