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Volviendo al tema de las psico-somatizaciones, hoy quiero abordar el tema con un enfoque más detallado de la espalda, el sostén de nuestro cuerpo y donde mayoritariamente cargamos con todo el peso de todo, tanto de nuestro propio peso canto de nuestros problemas. Así que vamos por partes.
Dolor de espalda
Si no se es consciente de la conexión mente-cuerpo, podemos
encontrarnos, a veces, indefensos ante un dolor inexplicable. Las emociones
tienen sus leyes, algunas veces no son reacciones adecuadas, comprensibles o
racionales ante nuestra experiencia, algunas veces lo que sentimos no se
corresponde con el concepto que tenemos de nosotros mismos. El dolor, en éste
caso, puede ser una señal que nos lleve a tomar conciencia de algún aspecto de
nuestra forma de ser que ha quedado en la sombra, relegado por nuestros
mecanismos de defensa.
Cervical
Los músculos de esta zona se tensan para amortiguar algo
temido (reacción de lucha o huida). La tensión continuada causa dolor en los
pequeños músculos a lo largo de las vértebras cervicales a ambos lados del
cuello. Si los músculos de un lado se contraen más, el cuello puede llegar a
desviarse lateralmente. Lo más frecuente es que el dolor de cuello lo provoque
una persona, una situación o una tarea. Suele ser, además, repentino: alguien o
algo no nos gusta, nos produce irritación o desagrado. El contacto continuado
con esa persona o situación deriva en resentimiento.
Si no se hace nada contra el dolor, la contracción de los
músculos puede llegar a presionar las raíces nerviosas de la médula espinal,
hasta provocar un problema grave (como una hernia discal), necesitado, en
algunos casos, de cirugía para aliviar la presión. Es muy común que el dolor de
cuello desaparezca al poco tiempo de advertir su sentido, o de resolverse la
causa que lo produjo.
Dorsal
Hay un dolor conocido, que aparece de forma repentina e
intensa en la zona dorsal, que es provocado por un espasmo muscular (calambre,
contracción involuntaria del músculo, que puede hacer que se endurezca o
abulte) entre las costillas y bajo los omóplatos. Si persiste este espasmo,
puede dar lugar a una contractura muscular.
Este dolor se asemeja a una puñalada en la espalda, que es
la expresión física de la vivencia emocional de una traición: por ejemplo, un
amigo que le cuenta a una tercera persona un secreto muy íntimo para nosotros
que sólo compartíamos con él.
El hecho de exteriorizar verbalmente los sentimientos de
traición o de reconocer la envidia, es suficiente para que el músculo se relaje
y el dolor remita.
Lumbar
Es un dolor frecuente, que puede aparecer de repente, o
desarrollarse poco a poco. La musculatura de la articulación lumbo-sacra se
tensa y se comprimen los discos intervertebrales, a la vez que se provocan
espasmos musculares en toda la zona próxima. El dolor puede llegar a resultar
tan intolerable, que incapacite a la persona y acabe postrada en cama. En
muchos casos puede convertirse en un trastorno crónico.
La tensión lumbar asemeja el cargar con un gran peso, y es
la expresión física de la vivencia emocional de cargar con una excesiva y
continuada responsabilidad o culpabilidad (normalmente respecto a otras
personas) Esta carga de responsabilidad o culpa puede ser real (a consecuencia,
por ejemplo, de un ascenso en el trabajo que implique mayor responsabilidad) o
imaginaria.
Emocionalmente el deseo es recibir agradecimiento,
descansar, recibir atención de otros. Cuando el dolor persiste, y, como decía
antes, la persona acaba en la cama, entonces puede realizar éste deseo... Ya
saben ustedes..: todo es mente. ellos. Ella quiere ser más baja, y entonces su
cuerpo puede reflejar ese deseo produciendo una curvatura lateral de su
columna.
Fuente: todoesmente.com
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